sábado, 16 de enero de 2010

Tranquilo.

La tarde en calma, los pies en alto. Este fin de semana estoy en Baza de visita familiar y en lugar de libros por lo bonitos que son voy a hablar de lo que tienen escrito dentro.

Y es que pasarte tres horas y media de ida y tres horas y media de vuelta en un bus te da tiempo de sobra para pensar, o para cualquier cosa que no implique acceso a la red eléctrica y/o espacio para moverse. Desafiando las amenazas de mis padres acerca del desprendimiento de retina yo me he pasado la mayor parte de la venida leyendo "¿Está usted de broma, señor Feynman?", al que llevaba años sin echarle una segunda leída. El libro recopila las historias que el célebre físico Richard P. Feynman (Nobel, miembro del proyecto Manhattan, aficionado a los bongos) ha ido contando a lo largo de su vida, empezando por sus tiempos mozos con un taller lleno de bombillas y transistores en el que construía timbres, arreglaba televisores o corría serios peligros de incendio.

Es una lectura encantadora, y perfectamente apta para profanos como yo. No es un libro de física, es un libro sobre el ingenio y la curiosidad y es porque Feynman tiene un don del que no tantos gozan: un constante sentido del asombro y la maravilla, un hambre de comprensión que le espolea desde que es un chaval. Todas las historias están salpicadas de comentarios similares: "el suelo estaba lleno de cables, trastos por todas partes, ¡era estupendo!", y también casi todas tienen un origen similar: "Ricky" Feynman descubre un tema que le interesa y del que no sabe nada, y se pone a aprender y a experimentar. Siempre, siempre está haciéndose preguntas sobre el mundo que le rodea, siempre considera las aplicaciones y las consecuencias de las respuestas que halla, y siempre intenta pasárselo lo mejor posible en el proceso.

En este libro se toca la física de la misma forma que la química, la biología o la cerrajería, con un sentido del humor y un entusiasmo envidiables. Omalaled tiene algunas anécdotas sueltas sacadas de este y su otro libro "¿Qué te importa lo que piensen los demás?"en Historias de la Ciencia (además de joyas sobre otros muchos grandes nombres). No dejéis de echarle un ojo a su web.

Os dejo con vídeo para que, de paso, le pongáis cara y voz. En inglés: La inconcebible complejidad de la naturaleza, pensando en el follón impresionante que es la radiación electromagnética.

1 comentario:

Raquel dijo...

Mi profesor de física de bachiller también tenía ese caracter. En el ranking de profesores de mi vida, lo considero el mejor.